MARIPOSA COSMICA
Me senté en las alas de la mariposa
azul,
porque quise ver el mundo desde otra
perspectiva.
Asomada en una comba de luz, desde las
estrellas.
Un poco agazapada; a la deriva de un cometa,
guardando las sombras del sol, que nos seguían.
El viaje cósmico infinito fué una fantasía.
Travesía de espectros y colores.
Donde el refugio es un todo.
Donde camina la altura.
En ese silencio sepulcral del sonido del viento.
De las galaxias antiguas.
Me senté en las alas de la mariposa azul,
para contar los siglos.
Los anillos de Saturno, las lunas de Júpiter.
Ver dónde se acomodaban los Dioses del Olimpo.
Misterio en la extraña entrada de un cuásar.
Con Marte mirando desde lejos.
Caronte sonriendo igual que un niño.
Colas y cabelleras de Planetas perdidos,
en la danza selenita de la vieja esfera blanca.
Que alumbra ángeles , como resplandores.
Círculos y elípticas veloces.
En un segundo de tiempo, en un trozo de espacio.
En el oscuro cielo que se me dió por abrigo.
En el vertiginoso giro del Universo.
Un segmento de toda la trayectoria que está
arriba.
Me hizo pensar que la mariposa y yo
somos lo mismo.
* Con Derechos de Autor, Santiago 2015.-
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