JUNTO A MI FIESTA

Tengo manos de trabajo.

De pañal, de agua, 

de jabón y  hoguera.

Tengo un traje de flores,

ajado de adolescencia.

Unos ojos que miran, 

el verde nacer de la tierra.

Una boca gruesa húmeda
de savia, candela y selva.

Tengo tatuada en mi carne

batallas de épicas guerras.

Porque he vivido relámpagos

y también mil Primaveras.

Tengo en el centro del cuerpo

una lámpara, una tea.

Para alumbrarme la noche

de rosas y lunas llenas.

Tengo en mi cintura un anillo

de astros para que los veas.

Y en mis pechos redondos

una tiara de blancas estrellas.

Tengo tobillos de bronce,

de cobre, arcillas y gredas.

Y en mis caderas montañas,

collados y cordilleras.

Tengo en mis pies los líquenes,

los musgos de la ribera.

Y en mis brazos acaricio

las flores que el campo lleva.

Atadas de mis rodillas

espigas y madreselvas.

En las palmas de mis manos

llevo doscientas galeras.

Para que remen las aguas 

navegantes y poetas.

En el pliegue de mi falda

una caricia primera.

Y en los pómulos sonrientes

esa caricia se queda.

Tengo en mis dedos las nubes.

Desmembradas cabelleras.

En mi alta frente se esculpen,

hielos vírgenes y

arboledas.

De los mares australes.

De las ventiscas glaciares.

De las azules mareas.

Tengo en mi talle una nota.

El trino que canta y gorjea.

De una golondrina perdida

que busca por donde vuela.

En mis cabellos se peinan

abejas de las colmenas.

En mis hombros transporto

maizales y banderas.

En la curva de mi cuello.

Un desierto de diademas.

Una joya exquicita 

de las doradas arenas.

En el calipso del agua.

Mi vientre y ombligo quedan.

Esperando a que el amor

se acople junto a mí fiesta.

Con Derechos de Autor.Santiago de Chile, 2014.-