Quizás quiero
las cosas que siempre quise.
Las estrellas de la Cruz del Sur
en el camino correcto.
Allá en el mar, casi austral
de hielo, tempestad y viento.
Quizás quiero tu barcaza
llena de elípticos sueños.
Mariposas de metal, molinos,
versos, helechos.
Me arremolino cansada
en el hueco del paso del tiempo.
Mirando albatros volantes.
Esperando la mar en suspenso.
En sus dientes blancos móviles
una ráfaga de silencio.
Quizás quiero lo que siempre quise.
El abrazo de estelas, en la cuencas
y cuerdas del verso.
Las marejadas grises.
El azul intenso.
Puede que quiera tus brazos
a pesar de no tenerlos.
Quizás quiero la voz del eco lejano,
en auxiliado tormento.
Las manos frías, la boca.
Los errores asfixiando a los puertos.
Los buques anclados
en la bahía de los muertos.
Las palabras nunca dichas
en la huella y el regreso.
Quizás puedo querer
lo que nunca dije que quiero.
Un para-rayos de sol.
Un bergantín de cemento.
Una armónica de luz.
Un centauro, un fauno,
un cordero.
En las fauces de la noche
tesoros filibusteros.
Quiero caer de cometa
satélite en vez de aguacero,
en las líneas meridianas,
también en los paralelos.
A ver si me das una casa
donde guarecerme del miedo.
Con derechos de Autor.
Santiago de Chile, Nov.2014.-
las cosas que siempre quise.
Las estrellas de la Cruz del Sur
en el camino correcto.
Allá en el mar, casi austral
de hielo, tempestad y viento.
Quizás quiero tu barcaza
llena de elípticos sueños.
Mariposas de metal, molinos,
versos, helechos.
Me arremolino cansada
en el hueco del paso del tiempo.
Mirando albatros volantes.
Esperando la mar en suspenso.
En sus dientes blancos móviles
una ráfaga de silencio.
Quizás quiero lo que siempre quise.
El abrazo de estelas, en la cuencas
y cuerdas del verso.
Las marejadas grises.
El azul intenso.
Puede que quiera tus brazos
a pesar de no tenerlos.
Quizás quiero la voz del eco lejano,
en auxiliado tormento.
Las manos frías, la boca.
Los errores asfixiando a los puertos.
Los buques anclados
en la bahía de los muertos.
Las palabras nunca dichas
en la huella y el regreso.
Quizás puedo querer
lo que nunca dije que quiero.
Un para-rayos de sol.
Un bergantín de cemento.
Una armónica de luz.
Un centauro, un fauno,
un cordero.
En las fauces de la noche
tesoros filibusteros.
Quiero caer de cometa
satélite en vez de aguacero,
en las líneas meridianas,
también en los paralelos.
A ver si me das una casa
donde guarecerme del miedo.
Con derechos de Autor.
Santiago de Chile, Nov.2014.-
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