LA ROMERIA DE LOS VIENTOS De: Ingrid Pereira mesecke, Noviembre 10 de 2013, Chile.-
Yo no sè si vino la luz o
me cegò el halo de la mañana.
La cortina nebulosa
de una conciencia contìnua
en cùmulo de estrellas aprendidas.
Yo no sè si me dormì
despierta o dormida,
o sonàmbula
En vigilia, en mareo
de Primavera.
Se descuelga una espera.
Una especie.
Un fruto maduro.
Una lascivia lechosa de rìo
y vendaval concreto.
Una entreñable araña negra
me sube por los filamentos
de los vasos sanguìneos,
de las ramificaciones salobres
de constante ceguera
en mis soles escondidos;
como; en maleficio
de rarìsimos capullos en
cùpula negra.
Ando o camino.
O ando màs que camino,
por tus pasos quietos,
por tus redes,por tus vìas
y vericuetos.
Alcanzo las paredes,
los muros y trepo
como hiedra verde,
aferrada a no sè que humedades.
Me disloco las piernas en
el andar a tropiezos
con zapatos enpedrados
de martirio,huyendo
de la canìcula violàcea
de llamas trasfiguradas
con elementos de sol
en explociones sempiternas.
Ya estoy en la etapa final
de la descontrucciòn
de mis planos geomètricos
Fuera del alcance de tus proyectiles
sedosos, ambiguos, extrapolarizados.
Grises, absurdos, yertos.
Aristas encapuchadas de versos
...llevo, como homenaje,
como marcas idìlicas
con iconos de distorcionado deseo.
Vaguedad en los emocionados
naufragios que paso y veo.
Como fantasmas blancos
de humo.
Siempre atropellando el andar.
Siempre la romerìa de los vientos.
*****
me cegò el halo de la mañana.
La cortina nebulosa
de una conciencia contìnua
en cùmulo de estrellas aprendidas.
Yo no sè si me dormì
despierta o dormida,
o sonàmbula
En vigilia, en mareo
de Primavera.
Se descuelga una espera.
Una especie.
Un fruto maduro.
Una lascivia lechosa de rìo
y vendaval concreto.
Una entreñable araña negra
me sube por los filamentos
de los vasos sanguìneos,
de las ramificaciones salobres
de constante ceguera
en mis soles escondidos;
como; en maleficio
de rarìsimos capullos en
cùpula negra.
Ando o camino.
O ando màs que camino,
por tus pasos quietos,
por tus redes,por tus vìas
y vericuetos.
Alcanzo las paredes,
los muros y trepo
como hiedra verde,
aferrada a no sè que humedades.
Me disloco las piernas en
el andar a tropiezos
con zapatos enpedrados
de martirio,huyendo
de la canìcula violàcea
de llamas trasfiguradas
con elementos de sol
en explociones sempiternas.
Ya estoy en la etapa final
de la descontrucciòn
de mis planos geomètricos
Fuera del alcance de tus proyectiles
sedosos, ambiguos, extrapolarizados.
Grises, absurdos, yertos.
Aristas encapuchadas de versos
...llevo, como homenaje,
como marcas idìlicas
con iconos de distorcionado deseo.
Vaguedad en los emocionados
naufragios que paso y veo.
Como fantasmas blancos
de humo.
Siempre atropellando el andar.
Siempre la romerìa de los vientos.
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