lunes, 11 de noviembre de 2013

DOCTRINA DE LIBERTAD

DOCTRINA DE LIBERTAD De: Ingrid Pereira Mesecke, Noviembre 7 de 2013, Chile.-

7 de noviembre de 2013 a la(s) 22:31
DOCTRINA DE LIBERTAD

De: Ingrid Pereira Mesecke.
(De: En la era de los vientos )



Amo este vertiginoso silencio de noche ,
de sombra
que se vuelve intenso en mì memoria.
En esa extraña parte
de mis coyunturas cerebrales.
Amo ese dolor que siento,
que punza, que arrebata.
Que gira la emociòn,
que se lamenta.
Que se trastorna en la espera
planetaria.
Que roza el alma
en espiral y sube.
Amo esa incerteza de los miedos,
de lo patente, de lo intangible,
de lo inmaterial en el territorio
de tus lìmites
Volando las mariposas.
Volando los ardores, las marcas,
las sencillas victorias;
prendidas en las derrotas celestes.
Amo la fuerza, el vigor de la debilidad,
de mi abismo insondable,
inconmesurable
en tu doctrina de libertad.
Ligera, fecunda, escapatoria.
Amo las huestes de tu piel
que se robaron mi beso.
La inmensidad de tus ojos
que a mascadas
sacaron a luz mis entrañas perdidas
preñadas de cicatrices.
Torrente de vibraciones en los pulsos,
en los ritmos.
En el hilo conductor de la vida misma,
trasnochada de abedules y de garzas.
Suspenso...en la cara protejida
de las migratorias raìces de tu cuerpo
Entonces los ojos
como antorchas de noche,
como gacelas,
como abismo de luceros estrellados
en la galaxia espiral de tu risa.
En la sabidurìa de tus manos.
Areas petrificadas de luciernagas
y sollozos.
Tierra, selva...que desvistes y adornas
los vientos transitados de luna.
En extasis, en paralelo.
Suspendida me quedo
en la conciencia primera.
Hito del primitivismo.
Màcula ancestral del hombre solitario.
Ausencia en la transversal llama de fuego.
Travesìa del tiempo apocalìptico.
Y me quedo como un espejismo en tì,
esperando, esperando no morir en el susurro.
En el intento.
En la ultima gota del rocìo ambulante.
Porque me dà terror,
el miedo,
la falsa postura de vanguardia.
Por tener las aguas claras invertidas
en mi crisol de lluvia acorazado.
De aguacero luminoso de sol.
De mar , de frecuencia y fibra onìrica.
Miedo que es la causa.
Miedo que es el efecto.
Miedo de amarte, sin medida, sin vaso,
sin protecciòn.
Con comba y despegue.
Fuera del punto.
Dentro del horizonte.
Con aterrizaje forzoso.
Nadie sabe el porque de los versos.
Nadie, porque el Poeta es un loco màs
que se entera con la  Divinidad.
Con utopìas, silogismos, eufemismos.
Caparazones y vocablos.
Lenguas transeùntes y Latinas.
Y esa vertiente de agua...
puede cambiar la aurora
que no ven mis cuencas verdes,
porque en el refugiado asilo
de tus manos,
quiero derretir mi esfìmero pensamiento.

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