miércoles, 21 de septiembre de 2011

..Y QUISE SER REINA ( De: "SENDEROS") De: Ingrid Pereira Mesecke, Septiembre 20, 2011.- CHILE

de Ingrid Pereira Mesecke, el miércoles, 21 de septiembre de 2011, 15:58

Yo quería ser una escultura, de cartón, de cartón piedra, envejecida pero no muerta, con los albores que aun transcienden en Primavera, pero ya mis ojos se habían cansado y las arrugas aparecían en la frente, en la comisura de los labios. Yo quería haber sido talvez una Princesa de barro, de greda, de terracota, llena de collares de caracolas, porque lo unico que quiero es dejar una huella...como en el mar o en el arena, en el libro, en la palabra...y como soy metafísica, seré eterna y etérea porque mi cuerpo mortal ese...ese sí desaparecerá, pero espero que quede mi aura, mi esencia...quién fuí en realidad.

La Musa perfecta o en su defecto La Venus de Milo, con sus brazos cercenados, la sirenita de Copenhague.

Bajo los aromos, en el cesped, en el viento arremolinado de la Primavera, o en esos vientos del sur austral, en donde viven y viajan los hielos eternos y azules.

Yo quería ser Reina del Mar, como las sirenas, con el perfume de mujer...lo que significa ser mujer en la Tierra y en el mar, con guirnalda de cristales verdes de botella y azulejos multicolores.

Yo quería ser estrella de mármol de la Cruz del Sur, de las Galaxias en espiral, polvo de estrellas milenarias..talvez.

Quería ser Reina..sin corona de oro, con pétalos de cristal en la frente, en el bosque, con los unicornios, las palomas, las aves, los mirlos, las garzas.

Eso, no era mucho pedir para quedarse adherida a la fragancia del suelo, de las flores, del pasto mojado, de los árboles, de los volantines en Septiembre.

Pero siempre me gustó ser Hada escondida de la foresta, de lo silvestre, de lo descontaminado, de las aguas, de las nieves, de las montañas o del cielo azul.

Este "prototipo" de mujer es la que quise ser y en cierta medida..he sido...solo porque tengo una inmensa capacidad de soñar y transportarme a los parajes más fantásticos e irreales...ideales, sublimes, utópicos, quimericos, especiales, de atmósferas de brumas , de cánticos de seres mitológicos... ancestrales.

Pude ser Reina y Princesa de mil cosas, solo porque quise serlo y quise sentirlo, en las entrañas, porque quizás tenga un poco de los Pueblos bárbaros, nórdicos y haga viajes cósmicos y milenarios, desde y a partir de la Madre-Tierra, conectada obviamente con un cielo que viene desde el Infinito.A partir del ALFA y siguendo siempre el camino del OMEGA.

Me siento confiada y conforme...talvez en las nieves de los Himalayas, o el polo Sur o el norte con sus esquimales, los indios de la Nieve, los Araucanos o Mapuches por el sur, en la sangre, en la joyería de plata, los chamantos de colores, los Chamanes, en el aire fresco, en el trigo, en las olas del oceáno, en todos los paralelos, la forma femenina de todas las cosas que habitan el mundo, porque soy la forma y el fondo de lo que me tocó ser.

Talvez la reminiscencia de un pasado lejano...que geneticamente canta y danza desde un patrón teutónico.

Y me quiero quedar en la hoja del viento otoñal, en el cielo, en el ala del aguila que surca la Cordillera de los Andes con sus penachos coronados de blanco, o en el Mar del Sur, en las caprichosas formas montañosas de este Continente, en la América Morena que es canto y fuego,piel bronce y canela, gritos de libertad, en el Copihue rojo, nuestra flor autóctona y silvestre.

No me pienso ir, porque no lo he deseado jamás...sin dejar una huella, una estela en el aire, un recuerdo, una risa, una ráfaga de luz en el interior de los que me quieren, de los que me aman, de los que me aceptan y hasta de los que me desprecian.

Soy enorme en el ego y tan pequeña bajo las estrellas,tan infinitamente pequeña en este Universo y bajo la sombra y la mano de la " Fuerza Superior", del enigma y del misterio, de lo insondable e impenetrable.

Caracola de mar, esmeralda, corona de rezos, de epitafios, de naufragos en la mar, de siluetas, de farrelllones, de cascos hundidos y cruces en alta mar, vigía de templos olvidados, de barcos fantasmas encendidos como fuego en las olas, acunados sobre la bahía de antiguos Puertos Piratas...eso soy , me gusta ...me gusta viajar a los confines del pensamiento y florecer como un arbusto sobre la hierba.

Me gusta además volar por todos los aires y fundirme en todos los crisoles de la verdad, de la vida y de la muerte, como el Hades.Quedarme pegada o prendida al espectro de color del sol, a las energías positivas, a los karmas sagrados y a los chacras del Universo, con la glándula pineal que nos transforma y convierte en seres luminosos ...más allá de esta pobre carne doliente que transita en un mar de quebrantos...más allá de la vida terrenal...como en el camino "Crístico" que siempre nos llevará a la fuente, al origen.

Más allá de los viles afanes mundanos, que siempre sirven en el subsistir, pero nunca para eternizar.

Y quise ser Reina de la tempestad, del rayo, del relámpago, del temporal, del viento ensimismado en su loca carrera por el paso del sur, por Buena Esperanza o Cabo de Hornos. Las nieblas, las estepas, los fríos....

Reina de las nubes, del silencio, del silvato del tren, del faro de Punta Angeles y del faro del fin del Mundo, ahí agazapada en la melancolía que dán todos los rosados arreboles.

Pero me gusta ser la Reina de mi propio Imperio, de mi propio Cuento de Hadas blancas y celestes, en el río, en la fuente donde descansan las mariposas...me gusta soñar y recorrer todos los jardines de tulipanes, de fresias, de azafrán y todos los bosques selváticos de la cuenca del Calle-Calle...ahí donde nací y nacieron todos los versos oníricos en mí.

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