Una cuchara brilla
sobre un plato negro,
octogonal.
Su borde brilla
en la sal;
la curva de su costado hiere.
Es la luna, en canto sepulcral.
...Pienso.
El haz de luz, se vuelve elongado;
como una lagrima longeva,
que nunca sale,
que nunca se vierte,
que no puede atravesas laminas
vitrificadas,
porque no existe,
porque no esta,
porque no pertenece.
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