LOS MIEDOS De: Ingrid Pereira Mesecke, Febrero 29, 2012, CHILE.
LOS MIEDOS
De: "ESTADO DE LOCURA "
Febrero 29 , 2012, CHILE
Los miedos.
me alcanzan
y me trituran.
Los miedos me duelen
en la tempestad.
La certeza enorme,
dentro de la inmensa
incertidumbre.
Los abismos
que se esconden,
que dejan una secuela
negra
impregnada en las sombras
ironicas y versatiles.
Mañana será distinto.
Los temores abundan,
porque los enemigos acechan
con maldad oculta,
tergiversando las sonrisas.
Cambiando de curso
esos ideales
plasmados en la inocencia.
Porque el alma viaja,
se escapa
de los infortunios.
Porque Dios es Dios
y nadie lo ve
...nadie lo siente
...nadie se quiere hacer
cargo de su existencia.
Y aqui estoy yo
de madrugada,
trasfigurada, hostil,
profunda, inerte.
Paralizada en la
espera
de un silencio mortal,
de una palabra
que mata,
de un aguijon
que clava las entrañas.
Porque nadie me dice
lo que es cierto.
Porque nadie
se saca la
mascara.
Porque es mas facil
esconder el cuello
entre la arena,
violentado las cenizas.
Y yo espero...
espero
no se que,
desde no se donde.
Tampoco puedo presumir
en la espera,
que lo que venga
sera para mi.
Porque alquile un corazon
y...talvez
ya se queria marchar
o se marcho,
o nunca estuvo.
De improviso
lo marchite,
lo seque,
lo instale
en un lugar
no permitido.
Y quien era yo
para pensar...
tan solo pensar
que habia hecho
lo correcto
o lo necesario.
No soy mas nada
que una pompa de jabon
al viento,
encumbrada
en un destino
que solo forman
mis especulaciones.
Sin embargo,
estoy en la travesia...
mas alla
de lo que cualquiera
puediese imaginar.
Molida...si talvez
molida,
mas no muerta,
envejecida.
El cansasio,
de caminos
que no recorro.
Las escaleras
que no subo,
los aviones que aun
no abordo.
Las facciones duras,
el musculo cardiaco
en silencio.
Vida...
¿ desde donde puedo
asirme
a la hora de las preguntas
remotas ?
De esas aguas falsas
que se ven como espejos
y son solo gargolas
sin dicha en la derrota
Somos seres miserables
...todos
...todos
...a veces
...somos escoria.
Una noche,
me mutilo
en el martirio.
La mañana que viene
dejo entrar
el sol
sobre mi alcoba.
Porque soy
un pez escurridizo,
cuando...
mis gigantes manos
me aprisionan.
Y los fantasmas,
se me enredan satisfechos.
Pobre de mi .
Pobre paloma.
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