ALGO DE APOCALIPSIS De: Ingrid Pereira Mesecke,Valdivia, CHILE
ALGO DE APOCALIPSIS
Despierto en mí cama
de motivos chinescos.
Me paro frente al espejo,
al ventanal.
Ahí estoy
frente a mi propia sombra
desvestida.
Doblo el vientre,
me río con la cintura.
Me duelen las vértebras
semi derrumbadas,
porque cambió el sol
su ruta sideral.
Los músculos en la lluvia
de hoy,
el pelo mojado,
la hortensia morada,
el hombre del carretón.
...Camino
a un encuentro mío personal,
inmortal,
de bosques, de cerros,
de tempestad parida.
La Iglesia quemada,
el cura que clava
un Cristo acribillado,
la María-Virgen impávida
y fría.
Inmóvil como relámpago
ausente y desdoblado.
La lluvia cae.
Me cubro, me cobijo
con atuendo negro
de Musulmana.
Pienso en tí.
...Duele
Como desgarro
de corazón abierto,
tu beso viaja en la
distancia.
Pero estoy felíz.
El agua cae del cielo
como manantial florido.
Entras en mí piel,
te hundes.
Me aturdes,
me elevas.
Entonces...
comprendo que estoy
atornillada a la compuerta
de tus ojos.
Que soy parte del aparataje
óseo
que conforma
tu columna vertebral.
Despiadadamente en tí.
Abortada en la noche
de nieblas grises.
Rebelada,luminosa.
Salvajemente, en tí.
Lanzada al vacío
como solitaria célula.
Me acordoné
a los anillos
que explotaron de tu luz.
Se aglutinaron.
Fuímos únicos.
Tú y yo...únicos.
Imposibles
de volver a repetir.
Así...
en la
odisea del viaje
al infinito,
me regeneraré
en el gesto de tu mirada.
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