ME IRE AL " MAUCO " De: Ingrid Pereira Mesecke, Febrero 14, 2012, CHILE.-
Me iré a reposar
con "El Mauco·
una noche cualquiera,
cuando me sienta sola,
sin ruta, sin paz
sin huella.
Me iré a mirar las estrellas,
el lucero del alba,
la primavera,
una cigarra dormida
dentro de una botella.
Me iré a pasar unas horas,
taciturna,
sin demoras,
cogiendo unas alas blancas
y una cometa de alfombra,
reverdeciendo en la tarde
cuando el sol
ya se hace sombra,
me iré a sentar en la brisa
en un cojín con antorchas.
Bajaré el " Aconcagua"
río que mueve la aurora,
con claveles enrojecidos
de tanta luz y farolas.
Me tenderé en la hierba
tapizada de amapolas,
con un libro entre las manos
una guitarra, una copa.
Iré a dormir con la noche,
bajo un puente de esferas
todas blancas, redonditas
colgando de lamparitas,
como febriles luciérnagas.
En el espejo del agua... talvez
se dibuje un letrero,
en el que diga con letras
azules del firmamento,
que he soñado con amarte
y he despertado en silencio.
Subiré hasta los astros
que adornan las plumas del cielo,
sentada en una estela,
de cósmico polvo seleno,
con una paloma dorada
me deslizaré en aguacero,
no sin antes recoger
todas las gotas primero.
Un hurán tempestuoso,
un relámpago,
un estruendo,
me volverán de la nada
a pisar tierra de versos.
Y por si las huestes floridas
de los indígenas pétreos,
salen desde sus tumbas
y erigen un Dios bohemio,
me reiré de la luna,
que se subió de sombrero,
por las márgenes y las aristas
de este ennegrecido cerro.
Hay misterios en "El Mauco"
guardanos siempre... de eterno,
enterrados en sus fauces,
guarnecidos de concreto.
Nadie sabe mucho...o nada
como murió el milenio
de esas gentes que poblaron
las faldas de sus recovecos.
En " El Mauco"
se despliegan
los bailes del forastero,
en cruzadas, desembarcos
cuando la bahía era un Puerto.
Tantas palmas escondidas,
tanta arena, tanto viento,
tanta historia sumergida
en los anales del tiempo.
Me iré una noche tranquila,
a caminar si es correcto,
a dormir entre las olas
acunada en barlovento.
Despertaré en la mañana,
con la voz en el rocío,
que se subió a mi almohada
y se quedó en mi vestido.
Danzaremos encantadas
en comparsa de aves y mirlos
una pieza imaginaria
de algún vals "Del Abanico"
Las musas embalsamadas,
los peces, los frailecillos,
pisarán el humedal
que forma las venas de un río.
Deseminadas, flotantes
las barcas que fueron testigo,
plañirán una melodía
con compases y con delirios
Y nunca sabremos...nunca
quienes fueron los hijos,
de esta tierra cimentada
de pescadores marinos.
.
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