ENOJADA
No, no estoy enojada.
Estoy contrariada, que es lo mismo
pero más suave.
Y lo peor es que no tengo claro porqué.
Talvez porque me enojo, de cosas que me enojan
y en ellas veo mi reflejo, mi propia inecsactitud.
El paralelo, la conexión de otros en mí.
Mis errores en los mismos errores de terceros.
Mis errores machacados, desvirtuados.
Mis axiomas, mis frentazos, mi caracol.
Mis amebas, también mi apocalíptico anatema.
Hora de sembrar la verdad en un mar subterráneo
de equívocos.
Y me enojo porque no quiero aceptar
que mis pies son de barro y que el ídolo
que he hecho de mí, es la mentira más falsa.
Estoy enojada conmigo misma, pero es bueno porque
me veo, me voy descubriendo.
Desmenuzando, deshilachando.
Cerciorándome de que no soy tan buena
como creo, ni tan lista, ni tan inteligente.
Aunque soy inteligente y si no parezco...
hago "como que" para pasar inarvertida.
Me río de esta cabeza convulsionada.
Y de esta aborigen mujer que puedo ser
estando enojada con el río.
Y si esa veta del Europeo que a mi me talla
es más ávida que mi gentil desdoblamiento
...Entonces me enojo con el viento que corre
por mis cejas encontradas.
Y si soy la tierra, también me puedo enojar
con la raíz del Tilo que lucha por sobresalir.
Como yo lucho en mi discurso en la lúcida
ocasión de la palabra.
Tampoco soy tan mala o tan perversa.
Soy esa misma dicen, y digo: "la misma que viste
y calza"
La misma que se desviste y también calza.
O definitivamente no calza con nada.
O definitivamente, no se desviste.
Y estoy aprendiendo a apreciarme y no culparme.
Aunque siempre culpo a los demás.
Y los errores los cometen otros.
Como si mi ser entero, fuera intangible, intocable.
Cúpula de engreimiento soy.
Cometo las mismas barbaridades que tú, pero
me creo superior muchas veces;
y no soy más que el gusano arrastrado en la tierra.
Pero también llego a ser la Reina en el pedestal
de la gloria.
Mil imágenes en mil espejos deformados muestran
mi silueta o mi sombra, y aunque esté lejos...todas soy yo.
Deformada, deslavada, despintada.
Quizás descompuesta.
Me veo en los demás, como los demás se ven en mí.
Soy también un reflejo luminoso de todos, porque también
tengo las cualidades de todos y los defectos de todos.
Puedo ser luz y sombra.
Elijo ser luz en la bienaventuranza de la libre elección
en el parámetro maravilloso del tan bien otorgado
"Libre Albedrío "
Ahí me paro y miro, y aunque quiero elegir lo mejor,
constantemente elijo lo peor
Quizás lo mejor dependiendo del ángulo que se mire.
O bién mis ángeles y demonios me confunden.
Porque mejor es ser popular y bien aceptada.
Mejor es ser famosa que alma oculta.
Mejor es ser fama y figura, hasta la sepultura.
Y el ego que viene raudo y gana todas las batallas
en todas las carreras.
Se sube a la medida de unos zapatos enormes
que habitualmente le quedan grandes
¿Y dónde estoy yo entonces ?
Aplastada bajo esos enormes pies de marioneta.
Enojada soy felíz porque me desperfilo.
Porque acepto simplemente mi limitación.
Enojada soy felíz porque me defiendo y me defiendo
en la nada.
Batallando como el Quijote en molinos inexistentes.
Mis propios molinos, mis propias cruces y bengalas.
Mis propios surtidores, mis falacias.
Enojada soy felíz y tú lo sabes.
Porque corre una latente pulsacion de despertar
a un Mundo perfecto y diferente.